Pablo Sainz-Villegas y la soprano Serena Sáenz ofrecieron, en el Palau de la Música, un magnífico concierto con grandes obras a guitarra y voz.

Dos de los artistas más importantes de la actualidad crearon para la ocasión un programa muy equilibrado que comenzaba con una obra de Francesca Caccini, una de las primeras compositoras que se conocen.

Grandes nombres del panorama catalán y nacional tuvieron un gran protagonismo, con piezas de Sor, Martí i Soler, García Lorca e incluso un estreno de Albert Guinovart, quien estaba presente.

Don Giovanni de Mozart inauguraba la segunda parte, seguido de una selección de canciones de Bellini, entre ellas La Sonnambula.

Embajador de la guitarra en todo el mundo, Sainz-Villegas quiso rendir homenaje a Tárrega con Recuerdos de la Alhambra y La Gran Jota de concierto, imprescindibles en sus recitales.

Granados y un conjunto de sus 12 Tonadillas cerraron un concierto muy especial en el que incluso se añadieron los bises Alfonsina y el mar, de Ariel Ramírez; y Canzonetta spagnuola, de Rossini.