De vuelta a L'Auditori, ayer, la Belgian National Orchestra debutó a BCN Clàssics con el maestro Josep Vicent a la batuta y el guitarrista Pablo Sainz-Villegas como solista invitado.
Bajo la dirección de Vicent, la orquesta ofreció un colorista programa que empezó con el poema sinfónico de Franck, El cazador maldito.
Uno de los momentos más especiales de la noche llegó con la esperada aparición de uno de nuestros solistas más internacionales, el guitarrista de La Rioja Pablo Sainz-Villegas, que maravilló al público con una de las obras más internacionales del repertorio español: el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo. Una pieza emblemática reconocida alrededor del mundo y perdurable a lo largo de los años.
Como regalo, nos ofreció Jota y Recuerdos de la Alhambra de Francisco Tárrega. Terminando su actuación con el público de pie y algún grito de "Que vivan las cosas bonitas".
Pablo Sainz-Villegas también quiso estar cerca de sus admiradores, y en el descanso del concierto estuvo firmando discos y saludando a los asistentes.
La segunda parte fue un homenaje a Maurice Ravel, con La Valse y su emblemático Bolero. Una demostración de experiencia tanto por parte de la Orquesta Nacional de Bélgica como del director valenciano Josep Vicent.
La orquesta y el director también quisieron dar más al público con Amorosa, dentro de las Diez melodías, de Jesús Guridi, antes de volver a escuchar otra vez el final de Bolero con el público aplaudiendo e incluso bailando.
Un Auditori que pudo vivir una noche de clásica colorida y con una gran combinación de sonidos y talentos.
Gracias a todos por seguir confiando en BCN Clàssics y por acompañarnos en este concierto tan especial.